Autor: Luis María Quiroga de Luco
contrathuc@hotmail.com
[1]
Thuc viviría junto a Vezelis desde octubre de 1982, después de sus últimas consagraciones, se instalaría en Rochester, según Neal Webster, Vezelis retuvo el pasaporte de Thuc y una copia que esté pidió la ocultó, aunque según señala él mismo Thuc no era consciente de que esta situación había ocurrido. Francis Miller señala que ciertas personas entre esas algunos que provenían de Francia abusaban económicante a Thuc, a su vez estando en Rochester habría escrito esa extraña carta donde le ofrecía a Lefebvre reconsagrarlo como obispo.
Foto: Carta firmada por Thuc en Rochester Estados Unidos
En 1984, el retirado sacerdote Peter Tran Dien vietnamita, y Nguyen Duc Thiep superior de la Congregatio Redemptoris Matris (CRM), ambos hacían parte de los entes religiosos del Vaticano II, elaboran un plan para separar a Thuc de los grupos relacionados con sus consagraciones episcopales, cuya misión era trasladar al mismo del Estado de Nueva York al Suroeste de Misuri.
Foto: Thuc junto al obispo vietnamita Huynh Van Cua, que
estaba visitiando Estados Unidos desde Vietnnam, y la segunda foto alrededor de
la comunidad vietnamita CMC.
Varios vietnamitas viajan a Rochester a ver a Thuc, entre
ellos un empresario de nombre Tran, el sacerdote Dien viajó, e invitó a Thuc a
pasar el año nuevo en Washington en una ceremonia organizada por vietnamitas
residentes en Estados Unidos. En la limosina que recogió a Thuc iban los
vientnamitas Dien, Tiep y Tran Dinh Truong, junto a Thuc y el fraile Francis Miller
enviado por Vezelis.
El carro se detuvó en la ciudad de Nueva York para recoger
ciertos accesorios, pero no se dirigió al evento vietnamita sino a la
Nunciatura Apostólica de la Santa Sede, Francis confronta a los vietnamitas y se
comunica con Vezelis por telefono. Vezelis viaja en avión junto a Neal Webster
a un hotel donde se ubicaba Thuc, y lo convencen a regresar a Rochester. Hubo
una discusión entre el grupo de Vezelis y los vietnamitas, en donde medió la
policía, señalando estos últimos que Thuc debía decir donde quería vivir, ya
que Thuc se comunicaba en Frances, por telefono lo comunican con una traductora
a la que le habría dicho que se quedaba con los vietnamitas y no regresaba a
Rochester.
Thuc no vuelve a consagrar a ningún obispo, en febrero 2 de
1984 viaja a Lusiana, para luego llegar a Misuri, siete meses más tarde habría
dicho una misa al frente de su comunidad.
Thuc fallecería el día 13 de diciembre de 1984 en Misuri, a
la edad de 87 años.
http://www.fathercekada.com/2014/03/08/abp-thuc-recollections-by-one-who-knew-him/
https://www.youtube.com/watch?v=8qqrMnzrED8
https://tuannyriver.com/2017/08/21/the-last-years-of-ngo-dinh-thuc/
Lo que quedó del legado de las consagraciones de Ngo Dinh
Thuc, ya ha quedado en evidencia, en su linaje hay consagraciones a cismáticos
de todo tipo, sectas suicidas o de plano de violadores, Papas, Reyes y Obispos
de todo tipo que se autoproclaman defensores de la religión, mientras que son
verdaderos lobos con piel de oveja, el manto que envuelve a estos grupos obliga
a desligarse de ellos, rechazar sus joyas, vestimentas y ornamentos, como una
burla a la religión.
Thuc pasó de ser parte de la Iglesia del Vaticano II, a
grupúsculos contestatarios, a arrepentirse, para volver a estos grupúsculos y
separarse de ellos de nuevo, no puede haber dudas que nada de esto, ni el
actuar de sus sucesores demuestre salud mental alguna.
Las consagraciones y su devenir nos deja la
valiosa lección de los tiempos que vivimos, Cekada pronosticó en uno de sus
escritos sobre el linaje Thuc, que habría un sacerdote en cada alcantarilla y
dos obispos en cada garaje, pues el resultado es mucho más aterrador que su
chiste, y se debió directamente a la salud mental del que realizó estas
ceremonias, y la salud mental de todos los involucrados, no puede haber duda de
ello. En el fondo se trata del rechazo profundo al apocalipsis y el devenir
actual de la Iglesia, por una vanidad personal, de personas que hablan de
reconstrucciones imposibles para el hombre ya que sólo las podrá emprender
Cristo mismo, en su segunda venida.
[1] La
reconstrucción de los últimos momentos de Thuc se realiza con el testimonio de
los religiosos de Vietnam y con lo señalado por Francis Miller y Neal Webster